Rajoy trata de convencer a Rato a toda costa para que sea vicepresidente económico

Considera que el presidente de Bankia es el hombre ideal para combatir la crisis
Por Javier Fernandez ( Por cortesia de la  Voz  Libre ) Madrid.- Por tierra, mar y aire el presidente electo, Mariano Rajoy, está intentando convencer a Rodrigo Rato para que pilote el área económica del nuevo Gobierno. Desde que gano las elecciones, el político gallego se ha reunido con el actual presidente de Bankia en diferentes ocasiones, la última el pasado día 23 para plantearle abiertamente la posibilidad de que acepte a toda costa la vicepresidencia económica. Aunque hay un fuerte hermetismo sobre el equipo económico del primer Gobierno, existe un amplio consenso de que sería la mejor persona para hacerse cargo de la “dramática” situación de la economía.

A efectos políticos aparece en el escenario como la única persona reconocible en el ámbito internacional, como exdirector gerente del FMI, y cuenta con un amplio consenso en el PP para llevar adelante las durísimas medidas que son necesarias para cumplir el drástico recorte presupuestario que permita bajar el déficit al 4,4% en 2012.

El hecho de que la economía haya entrado ya en crecimiento negativo y que en los primeros trimestres del próximo año se espere que entre en recesión, significaría el desplome de los ingresos fiscales y un fuerte aumento del pago de los servicios públicos de empleo y de los tipos a causa de la subida de intereses. Se trata de un recorte que los expertos estiman entre 30.000 y 50.000 millones de euros.

Mariano Rajoy, tras su aplastante victoria, ha transmitido la impresión de ser un hombre muy preocupado por la situación económica y que efectivamente no tenía ningún plan oculto para sacar a España de la crisis, como bien dijo durante la campaña electoral. Es decir, se encuentra ante una auténtica catástrofe económica y necesita personas en su entorno con capacidad de diseñar, hasta en el detalle, lo que hay que hacer.

Hasta el momento, la única persona que parece tener un plan para hacer frente a la grave situación es Rodrigo Rato y así se lo ha transmitido. Se trata básicamente de articular un plan de choque que contenga medidas a corto, medio y largo plazo y que cubriría toda la legislatura. Algo similar a lo que hizo en 1996 bajo el mandato de José María Aznar, cuando elaboró una estrategia para cumplir todas las medidas impuestas por el Tratado de Maastricht y colocar a España a la cabeza de los países más saneados de Europa, con el fin de entrar en la primera fase del euro.

Aquello que entonces parecía una meta imposible se consiguió con notable éxito, cosa que parece haberse olvidado por completo. La situación actual no tiene nada que ver con la de hace 15 años, pero el mecanismo que se utilizó en aquella ocasión sigue siendo válido. Tal como afirma Rato en privado, se trata fundamentalmente de crear expectativas y confianza en los mercados financieros para garantizar la financiación de la economía a un precio razonable.

Para ello, no sólo hay que aprobar las cuatro medidas más urgentes sino que se debe fijar una hoja de ruta que contenga las principales reformas y con plazos determinados y análisis de resultados a lo largo de toda la legislatura, para que los inversores confíen en el plan establecido. Este proyecto tendría el plus de estar respaldado por un Gobierno que manda en todos los territorios. Por tanto, a diferencia de lo que existe en otros países europeos, en España hay instrumentos políticos suficientes para disciplinar a las Administraciones públicas y al sistema financiero.

Con este plan de choque, hay que buscar un hombre con el reconocimiento internacional, como es el caso de Rodrigo Rato, que puede solicitar ayuda al FMI, cuya dirección ocupó de 2004 a 2007, y al BCE, donde es un viejo conocido por los ocho años que ejerció como vicepresidente económico de España. Precisamente por eso no resulta fácil dar con una persona alternativa que responda a este perfil.

Otra de las ventajas que tiene Rato es que reúne un amplio consenso por parte de los agentes sociales: Cándido Méndez dice que le considera su amigo a pesar de las diferencias ideológicas y a Juan Rosell le presentó en Madrid hace unos días. Pero sobre todo cuenta con el plácet de los nacionalistas. Fue él quien negoció con los Gobiernos autonómicos para recabar su apoyo.

GOBIERNO CON SÓLO 10 Ó 12 MINISTERIOS
Despejar el nombramiento del vicepresidente económico probablemente sea la tarea prioritaria más importante que ocupa a Mariano Rajoy. Su intención inicial es hacer un Gobierno con sólo 10 ó 12 miembros y una sola vicepresidencia, que sería la económica, en el caso de que Rato la ocupase. Soraya Sáenz de Santamaría ocuparía el Ministerio de Presidencia, mientras que Administraciones Públicas pasaría a depender del área económica, por tratarse del principal problema económico que hay que adoptar para controlar el gasto. En este caso, Hacienda quedaría desligada, ocupándose de este departamento una persona con un perfil similar al de Elvira Rodríguez.

También se agruparían los ministerios de Trabajo, Seguridad Social y Sanidad, que podría quedar controlado por una persona del perfil de Cristóbal Montoro, ya que será el encargado de hacer las grandes reformas pendientes. Industria sería otra pieza básica, ya que tendría que realizar la reforma energética y poner en marcha la renovación del Turismo y Comercio. Un superministerio para una persona que tendría un perfil como Luis de Guindos y que estaría directamente relacionado con el Ministerio de Exteriores, que estaría volcado hacia Europa y tendría al frente a alguien con un perfil similar al de Miguel Arias Cañete.