Hace hoy doce años toda la ciudadanía se estremeció cuando supo que ETA había cumplido su amenaza contra Miguel Ángel Blanco. Aquel día, según aseguraron ayer sus más allegados, cambió algo, «cambió la mentalidad» de la sociedad para deslegitimar cada día con más fuerza el terrorismo.
En un homenaje en A Merca, localidad orensana donde reposan desde hace más de un año los restos del edil del PP en Ermua, su hermana Mari Mar, sus padres, y representación de la familia popular, con Antonio Basagoiti, y decenas de amigos y vecinos evocaron la memoria de Miguel Ángel y aseguraron que él «estaría orgulloso del cambio político del País Vasco». «Es un cambio de esperanza -afirmó Mari Mar-, que supone uno de los mayores homenajes a la memoria» de su hermano, que «trabajó por cambiar la cultura del miedo y por conseguir la igualdad y la libertad».
En el acto, que consistió en una misa y una ofrenda floral, Mari Mar Blanco, ahora parlamentaria del PP, destacó «la gran lección de dignidad y sacrificio» que supuso aquel asesinato, que «permanece» grabado en el recuerdo de toda la ciudadanía.
El líder del PP vasco consideró que «la rebelión» cívica que salió a la calle durante aquellos días de julio de 1997 ha llegado ahora al Gobierno de Euskadi, y es la «nueva mayoría política del País Vasco». Pero, matizó, «no es una rebelión contra el nacionalismo democrático, sino contra los asesinos de la pistola y de concejalías». 
Para Basagoiti, la política liderada por el PSE en Euskadi, con su respaldo, «no va contra el PNV sino contra aquellos que defienden a ETA y que son terroristas». «Es hacer lo que no se ha hecho otros años», añadió, «y se está consiguiendo que haya más libertad, menos terrorismo y menos apoyo a la gente que defiende la violencia».
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ensalzó también la figura de Blanco, de orígenes gallegos, y aseguró que su muerte «no ha sido en vano», sino que supuso «un aldabonazo a las conciencias de todos» para lograr que «el pueblo vasco inicie un camino sin marcha atrás, para llamarle a los terroristas, terroristas y para aplicar el estado de derecho». «Gracias a Miguel Ángel Blanco -afirmó- se inicia una esperanza para alcanzar la paz».
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