miércoles, 15 de junio de 2011

Seis detenidos en Barcelona tras las últimas cargas policiales


tras nuevas cargas policiales en los aledaños del Parlament de momento se han producido seis detenidos.

Los Mossos d'Esquadra han cargado esta tarde contra algunos de los 'indignados' que se concentraban en las proximidades del Parlament de Cataluña, donde se debaten los presupuestos de la Generalitat. Cinco personas han sido detenidas y trasladadas al interior del recinto de la Ciutadella, donde algunas de ellas han sido atendidas por los servicios médicos a causa de heridas leves producidas durante las cargas.

La policía autonómica ha realizado la última carga en los dos flancos de 'indignados' reunidos a cada lado de la salida del parque de la Ciutadella en la calle Wellington para crear un cordón policial y dar paso a los trabajadores del Parlamento catalán, que han sido abucheados a su salida por los manifestantes.
Varios cientos de jóvenes 'indignados' se concentraron desde primera hora de la mañana ante el parque de la Ciutadella para tratar de impedir el acceso de los diputados al Parlament, donde este miércoles ha comenzado el debate de los presupuestos de la Generalitat, y han rodeado a algunos de ellos, les han insultado e incluso les han manchado con pintura.
Los 'indignados' de Barcelona trasladan en estos momentos su protesta a la plaza Sant Jaume ante el Ayuntamiento y la Generalitat. Así lo aprobaron durante una asamblea celebrada ante la puerta del parque de la Ciutadella, donde han ratificado la apuesta por la vía pacífica del movimiento 15-M y han criticado a los que durante la mañana han atacado a varios diputados.

La asamblea de 'indignados' ha hecho un llamamiento a participar en la manifestación convocada para el próximo domingo en la plaza de Cataluña. "No podemos perder la credibilidad que nos hemos ganado", ha afirmado uno de los que han hecho su alocución a la asamblea, que ha asentido casi por unanimidad. Algunos de los participantes en la asamblea han criticado abiertamente "a los cuatro violentos" que han arrojado botellas y otros objetos y han atacado a algunos diputados.

Empujones, insultos y pintura

Los parlamentarios catalanes llegaron este miércoles al hemiciclo en helicópteros, en furgonetas blindadas de los Mossos y los que lo han hecho a pie, unos cuarenta, han sido recibidos a empujones, con abucheos e insultos. Algunos, además, fueron rociados con pintura.
El president de la Generalitat, Artur Mas, ha calificado de "intolerable" la actitud de los cientos de 'indignados' que han permanecido apostados en las puertas de la Ciutadella y ha pedido a los catalanes "comprensión" en caso de que la Policía tenga que recurrur al "uso legítimo de la fuerza. Para evitar la protesta, Artur Mas, y la presidenta de la cámara, Núria de Gispert, han llegado al Parlament a bordo de un helicóptero de los Mossos d'Esquadra, que ha aterrizado en el aparcamiento al aire libre de la institución. Poco después aterrizaba un segundo helicóptero en el que viajaban la vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, el presidente del grupo parlamentario socialista, Joaquim Nadal, y el vicepresidente segundo del Parlament, Higini Clotas. Un tercer helicóptero llegaba con el presidente de ERC, Joan Puigcercós. El consejero de Interior, Felip Puig, también llegó por aire.


La mayoría de los diputados entró a pie en el recinto. Los primeros llegaban a la Ciutadella pasadas las 8.00 horas. Los antidisturbios de los Mossos habían formado un "pasillo" para permitir su entrada frente a cientos de indignados, que intentaban impedir el debate de los presupuestos.
Los primeros momentos de tensión se vivieron en la esquina del Passeig Pujades con la calle Wellington cuando los Mossos y la Guardia Urbana despejaban la zona para facilitar el paso de los trabajadores del Parlament. Hubo pequeños encontronazos cuando  unos cuantos 'indignados' intentaron acercarse a la puerta para bloquear el acceso de los parlamentarios y los agentes se lo impidieron. Se oyeron disparos al aire.
El servicio de emergencias médicas informó de que había tenido que atender a 36 personas por heridas leves en las escaramuzas. De ellos, doce eran Mossos y el resto eran participantes en la protesta. En la entrada a Ciutadella los indignados gritaban "Fuera, fuera" y recriminaban la indumentaria de los políticos, fundamentalmente sus corbatas y tacones. También se oyeron cánticos de "No hay pan para tanto chorizo", "No nos moverán" y "Políticos sinvergüenzas".

Diputados abucheados

Uno de los primeros diputados en entrar ha sido el exministro socialista Celestino Corbacho, que ha recibido una sonora pitada cuanto accedía a pie al recinto. A Joan Boada incluso le lanzaron un bote de pintura roja a la cabeza. La ex consellera de Justicia y diputada del PSC Montserrat Tura ha sido igualmente rociada con pintura en la parte posterior de su vestido.

Por su parte, la también exconsellera y diputada socialista Marina Geli y el diputado del PSC Esteve Pujol han sido interceptados, rodeados e increpados antes de llegar al cordón por más de un centenar de indignados, por lo que han tenido que retroceder sobre sus pasos hasta el Arco de Triunfo, distante más de 300 metros del Parque de la Ciutadella. Una vez en este punto han subido en un vehículo de la Guardia Urbana para entrar en el Parlament a bordo de las furgonetas de los antidisturbios.
En total, unos treinta diputados tuvieron que entrar al Parlamento en furgones policiales. "Muy triste tener que llegar al parlamento en una furgoneta de Mossos", lamentaba la exconsejera de salud catalana, Marina Geli, en su Twitter. "Surrealista", decía Albert Rivera, de Ciudadanos, quien explicó cómo habían sido llevados hasta una comisaría en la que se organizó el operativo de entrada con furgonetas al recinto.
En el exterior, otro momento de tensión se ha producido cuando varios Mossos han tenido que sacar de entre la muchedumbre a un grupo de agentes secretos que habían sido descubiertos y estaban siendo rodeados. Los indignados, que han denunciado que les han requisado teléfonos móviles, aseguran que intentaban evitar que se aprueben unos presupuestos que consideran "injustos". Algunos vecinos de los edificios colindantes se han sumado a la protesta con una cacerolada desde las terrazas y ventanas de las viviendas.
Cuando los manifestantes han sido conscientes de que el pleno del Parlamento había comenzado, han iniciado una campaña de cortejo a los Policías, a los que piden a gritos que se unan a las protestas. Horas después anunciaban la celebración de una asamblea general en la calle Pujades para hacer balance de la mañana y decidir qué harán por la tarde, cuando los parlamentarios abandonen sus escaños.

Retraso y nerviosismo

El pleno de debate de los presupuestos se iniciaba dentro del Parlament con algunos minutos de retraso sobre el horario previsto, las 10.00 h, con tan solo la mitad del hemiciclo ocupado y con tensión por las dificultades que todos han tenido para acceder a la cámara.
A mediodía, la presidenta del Parlament, Nuria de Gispert, leía la declaración conjunta de todos los grupos de la cámara catalana de condena de la actuación de los 'indignados': "Nadie puede parar una institución democrática como el Parlament catalán y menos desde la coaación y la violencia", ha dicho.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha rechazado, ante la situación que se está viviendo en el Parlamento de Cataluña, cualquier tipo de manifestación violenta que impida el ejercicio de derechos. Ha matizado así anteriores declaraciones en las que aseguraba que no le preocupa la deriva del movimiento 15-M.
El presidente del Congreso, José Bono, sí ha dicho que la Policía "tiene que ejercer la fuerza" contra aquellos que impidan la entrada al Parlamento catalán o falten el respeto a los demás, y ha recalcado que el único imperio en un estado de derecho es la ley "y los indignados tienen que cumplirla".
Por su parte el ministro Ramón Jáuregui ha recordado a los 'indignados' que hay determinadas líneas rojas que no se pueden traspasar. Ha dicho sí a las mejoras democráticas, pero sin coaccionar a los representantes del pueblo democráticamente elegidos.
Por último, el alcalde en funciones de Barcelona, Jordi Hereu, ha dicho que se ha denigrado el espíritu inicial del movimiento de los indignados, mientras que su futuro sucesor en el cargo, Xavier Trias, ha dicho que las protestas a las afueras del Parlamento catalán suponen "una transgresión a la democracia".

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