Arranca el juicio contra el doctor Conrad Murray por homicidio involuntario
Madrid.- El juicio contra Conrad Murray ha comenzado con una revelación sensacional, en forma de fotografía: la imagen del cantante Michael Jackson muerto por sobredosis de Propofol. Los detalles los ha aportado el fiscal acusador David Walgren, quien en su discurso de apertura ha utilizado esta imagen en la que aparece el cuerpo de Michael Jackson sin vida, sobre una camilla. Según Walgren, Murray se aprovechó de la confianza de Jackson y le administró negligente e incompetentemente una sobredosis de Propofol. Pero esto no lo hacía Murray con un sentido ético, sino que obtenía 150.000 dólares (120.000 euros) al mes y no los 5 millones que Murray requería por acompañarle durante el tour ‘This is it’, en el que estaba incluido el equipo humano.Murray habría acordado un suministro de grandes cantidades de Propofol. El doctor mintió al farmacéutico asegurando disponer de una clínica en Santa Mónica (Califiornia), cuando no era cierto. Pese al lamentable estado en el que se encontraba Michael Jackson, le siguió suministrando Propofol y el promotor Kenny Ortega lo testificará. Se celebró una reunión el 20 de mayo de 2009 en la que Ortega le mostró a Murray su preocupación por el estado de salud del cantante, pero el doctor hizo valer su profesión y dijo que Michael “estaba física y emocionalmente bien”.
El día que murió Michael Jackson, a la 1 de la tarde, el cantante de la actuación de su ensayo y Murray no pasó la noche en la casa de Jackson tal y como hizo en los dos meses y medio previos, con objeto de ayudarle a dormir con el Propofol.
Walgren asegura que Michael Jackson falleció en su cama y estaba clínicamente muerto cuando llegaron los servicios de urgencia. Murray trataba de hacer llamadas telefónicas mientras estaba sentado junto a Michael Jackson. Hasta ocho llamadas, la última a las 11.51, a su novia, que fue cuando realmente fue consciente de la emergencia.
Murray llamó al vigilante Alberto Álvarez y le dijo que Michael Jackson había tenido una “mala reacción”. Murray dio instrucciones a Álvarez para ocultar evidencia en una bolsa azul, colocándolas junto a otros objetos. La botella de Propofol se encontraba en una estantería. Según Walgren contenía la dosis fatal.
A las 12.20 se produce la llamada al número de emergencia, Walgren mantiene que los servicios de emergencia llegaron cuando Michael ya estaba muerto. Murray nunca dijo a los enfermeros que había suministrado Propofol al cantante, e incluso al ser preguntado si le había suministrado algún medicamento o droga, lo negó. Los enfermeros mencionaron que Michael Jackson estaba muerto, pero Murray pidió que le llevara al Hospital de UCLA. Allí, le preguntaron de nuevo que le había suministrado al cantante, volviendo a silenciar éste la existencia del Propofol.
Dos días después de la muerte de Jackson, Murray tuvo el primer encuentro con la Policía de Los Ángeles y confesó haberle dado Propofol diariamente durante dos meses para dormir. Fue la primera vez que Murray afrontó la situación.
Michael Jackson le habría dicho alrededor de las 5 de la mañana que necesitaba dormir y estuvieron de acuerdo que el Propofol era la solución. El doctor le administró 25 miligramos, pero con eso sólo consiguió dormirle unos minutos. La acusación sostiene que la cantidad era mayor.
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