miércoles, 10 de agosto de 2011

Elena Salgado exige ahora a los empresarios españoles que sean 'patriotas'

Establece una comparación con la actitud de la patronal italiana.

Madrid.- La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía ha pedido a los empresarios que sean “patriotas como los italianos”. Elena Salgado ha lanzado este ataque a la patronal justo después de que CEOE y Partido Popular rechazasen su propuesta para que las grandes empresas abonasen el Impuesto de Sociedades por adelantado.
Joan Rosell, presidente de la CEOE ya advirtió ayer que esta medida “restaría capacidad financiera a las empresas, dificultando aun más sus esfuerzos por superar los efectos de la crisis”.
Salgado recordó que los empresarios italianos sí arrimaron el hombro frente a los ataques especulativos de los mercados, ofreciéndose a comprar deuda para “ayudar a su país”. La ministra de Economía intenta a la desesperada con este mensaje a los empresarios no sólo que acepten la propuesta del Gobierno de adelantar el pago del Impuesto de Sociedades, sino que como los italianos, opten por comprar deuda soberana a pesar de que las empresas españolas se han visto sobrepasadas en la compra de deuda por los fondos y empresas extranjeras, la mayoría de ellas pertenecientes a la Unión Europea.
La actitud de Elena Salgado contrasta con la negativa del Gobierno al que pertenece de reconocer la gravedad de la crisis. Empresarios, bancos y oposición ya alertaron desde enero del año 2008 de la inminente crisis que España estaba a punto de sufrir. La celebración de las elecciones generales ocasionó que el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero llegase a tildar de “antipatriotas” a los que aseguraban la llegada de la crisis económica. En la retina de los espectadores el debate sobre economía entre el popular Manuel Pizarro y el por entonces ministro de Economía Pedro Solbes.
Las espadas están en todo lo alto. El Gobierno exige ahora “patriotismo” a los empresarios cuando muchos de ellos recibieron la crítica en sentido contrario. No es una buena señal hacia los mercados.

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