Europa Press.-El papa Benedicto XVI ha condenado hoy en Belén el muro de separación construido por Israel en Cisjordania y ha dicho que en un mundo en el que las fronteras son siempre más abiertas "es trágico ver que todavía se levantan muros".
El Papa ha hecho esta condena en el campo de refugiados palestinos de Aida, a dos kilómetros de la ciudad cisjordana de Belén, en el que viven unas 5.000 personas y que se encuentra a apenas 15 metros del muro de seguridad levantado por Israel y considerado ilegal por la comunidad internacional.
"En un mundo en el que las fronteras están siempre más abiertas, al comercio, a los viajes, a la movilidad de las personas, a los intercambios culturales, es trágico ver que aún se siguen levantando muros", ha dicho el Pontífice.
"¡Cuánto deseamos ver los frutos de la difícil tarea de edificar la paz, cuánto rezamos de manera ardiente para que acaben las hostilidades que han llevado a la construcción de este muro", ha afirmado el Papa.
Derecho a una "patria soberana"
Poco antes, el Papa también ha defendido en Belén, durante su visita oficial al territorio ocupado de Cisjordania, el "derecho del pueblo palestino" a una "patria soberana" en la tierra de sus "antepasados", apoyando así la creación de un Estado, tal y como sugirió días antes en su viaje a Israel.
"Mi corazón está con todas las familias que debieron abandonar su tierra", ha afirmado el Papa, en referencia expresa a los miles de palestinos que residen en el campo de refugiados de Belén desde que fueron expulsados de sus casas tras la fundación del Estado de Israel en 1948.
Benedicto XVI también se ha referido a las víctimas palestinas causadas por la reciente ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza: "A aquellos de vosotros que lloráis la pérdida de miembros de vuestras familias y a vuestros seres queridos en las hostilidades, en especial en el último conflicto de Gaza, os garantizo que tenéis mi profunda compasión y que os recuerdo con frecuencia en mis oraciones".
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